25 de mayo de 2021

La diversificación del Negocio inmobiliario a pasos de ser realidad.

Por Luis Augusto Montanaro Bedoya

No cabe duda de que el sector inmobiliario ya es un pilar fundamental de la economía paraguaya. Combinados, la construcción, la intermediación y el hipotecario pesan no menos que el 12% del PIB terminando la mitad del 2019. Pero si bien su realidad es brutal, su perspectiva es lo que realmente llama la atención.

Globalmente, el real estate representa la mitad de la economía mundial. Representa al menos el 40% de los activos globales, y no menos del 30% de la generación de empleos. En USA al menos el 50% de los ingresos locales, municipales y gobernaciones salen de los impuestos de la tierra y los inmuebles. En Paraguay no será diferente. Lo único, que como país emergente, la tierra y los inmuebles no han sido vistos como generadores de riqueza ni de ahorro, de forma tal que, nunca fueron alternativas de un CDA o un Bono cuando hablamos localmente de invertir. Nada diferente de lo que ocurrió en cualquier país que hoy tiene una categoría de “en desarrollo”, como fue el caso de Chile.

Por ejemplo en Chile, corría 1995, y su Bolsa de Valores transaba igual que la BVPSA (Bolsa de Asunción), más del 90% en renta fija. Diez años después, en el 2005, con el desarrollo de los mercados Chile empezó a diversificar, y no sólo empezó a transar renta variable, sino que el negocio inmobiliario supo innovar de manera tal a que el gran volumen de activos inmobiliarios se convirtió en un bien transable a nivel financiero. En este punto, Chile pudo comparar un Bono (activo financiero) con un ladrillo (activo inmobiliario) a efectos de inversión. El hecho de poder lograr esto, permitió que la gran masa de dinero que generaban las AFP’s pudieran diversificar y creando un marco regulatorio, ellas empezaron a dinamizar al sector inmobiliario chileno. Asi, no fue sorpresa el Chile del 2015, con ingresos per cápita que superan ampliamente los USD 10000.

En Paraguay, el impacto del desarrollo de los fondos de inversión inmobiliario podría ser de similar magnitud, con la diferencia que el peso del inmueble en los portafolios paraguayos es mucho mayor que el del chileno en 1995. Con más de USD 100 mil millones en activos, suman no menos del 82% de la riqueza de todos los paraguayos. Solo la ciudad de Asuncion genera más de USD 2000 millones en renta, lo que representa el flujo del 35% de las viviendas de la ciudad que son rentadas. Comparativamente, 70 empresas emisoras de la Bolsa (Asunción) que tienen activos por un valor cercano al billón de Dólares Americanos generan menos de USD 100 millones de renta.

Finalmente, la AFP paraguayas: IPS y las Cajas de Itaipu, Yacyreta, etc, en conjunto suman USD 3500 millones en activos, una porción de estos son activos y bienes inmuebles. Generalmente y como cosa natural, el Estado es un mal administrador, de aquí que los resultados de la gestión de esta porción, que no es menor al 25% de los activos totales, genera una renta que apenas llega al 0.75%, comparado a la gestión de un gestor privado a nivel internacional que no baja del 5.0%.

Hay una frase que dice “Opportunity knocks on the door and goes away” que me gusta. Pues hace referencia a un momento en el que Paraguay, tiene la mirada de la comunidad internacional en cuanto a inversiones, por su estabilidad por una parte y por su potencial de crecimiento por otra. Paraguay está en su momento, y los fondos serán una gran herramienta.